lunes, 20 de julio de 2009

SALMONETE DE ROCA Y SALMONETE DE FANGO

Como no es oro todo lo que reluce subimos hoy al blogggsssss comentarios sobre dos ejemplares de diferente interés culinario y cuyo parecido cromático y morfológico no debe inducirnos a error.
Hablamos del Salmonete de roca (mullus surmuletus) y del Salmonete de fango (mullus barbatus)
Es característico de ambos el color rosado rojizo, diferenciándose el salmonete de roca, de color más intenso, por la primera aleta dorsal que es de color amarillento con dos manchas negras bien definidas.
Ambos tienen una estacionalidad muy marcada: el otoño; no obstante el salmonete de fango tiene además una doble peculiaridad específica de la Comunidad de Madrid: por un lado puede encontrarse con facilidad a lo largo de todo el año; por otro, la costumbre de este Sal-monete a moverse por los lodos de la ciénaga del Manzanares, le incita a remontar en las vacaciones estivales, pillándonos a los incautos con las defensas bajas y sacando unas ristras de instrucciones que no tienen desperdicio.
El salmonete de roca es de los pescados más sabrosos; en el de fango su sabor cambia bastante, ya que el cieno le proporciona un regusto desagradable y muy poco aconsejable.
Es por tanto necesario estar alerta y ojo avizor, porque aunque su parecido visual es evidente, el resultado culinario es enormemente distinto; incluso más diferente que el parecido entre los diseños de Ágata Ruiz de la Prada y el colorido de Rouco Varela en el traje de diario.
Los Consejeros de la susodicha Comunidad, que son muy astutos, hábiles y expertos en dar gato por liebre, conocen las similitudes morfológicas de ambos animalitos y se desviven por ofrecer a los ciudadanos el mullus surmuletus a sabiendas de que se trata de un fangoso mullus barbatus. Digamos que se enrocan en sus intereses para ofrecer el fango a los demás.
La diferencia de precio entre ambos también es espectacular: mientras el precio del salmonete de roca es de ciento, el del sal-monete de fango no pasa de uno.
Ofreciendo uno por otro, la traducción es clara: algunas mesnadas de escualos ganan en comisiones un ciento por uno.
En cuanto al modo de captura también es bien diferente: el salmonete de roca, amante de aguas cristalinas y límpidas es bastante inocentón y confiado, por eso se le ve venir de cara y simplemente con llamarle acude a donde sea y allí le tienden la red; el sal-monete de fango, muy al contrario, se pesca con escavadora removiendo el fondo con la misma maquinaria pesada que se utilizó para construir los túneles de la Calle-30 (antiguamente M-30, cuando era carretera; ahora lo sigue siendo, pero si se llama calle no necesita tantos permisos ni licencias extramunicipales). Volviendo a los salmonetes, económicamente, para el amante del fraude, es un negocio tremendamente rentable porque el fangoso es una especie muchisísimo más abundante. Además da muy bien el pego, porque si está un poco pálido, se pinta con anilina y mejora su aspecto por momentos. El Sal-monete de fango es muy apto para ofrecer entre inauguraciones y soflamas en las verbenas populares multitudinarias porque ayuda a que luego en las elecciones se arrase con los votos.
Ambos se preparan a la plancha pero mientras uno estimula las ganas de repetir el otro te repite y te deja planchado; además al sal-monete fangoso nunca se le coge el punto: se achicharra siempre. Y del hedor que desprende, mejor no hablamos…
¡Y el sabor! ni que decir tiene: además del regusto desagradable del sal-monete fangoso, comentado más arriba, la textura de su carne es blandengue y anodina; en fin, es como comparar un vino peleón de tetrabrik con un tinto Pesquera del 2005.
Dentro del mullus barbatus encontramos muchas subespecies afines que comparten estos dos vocablos y se diferencian sólo por el segundo apellido; por ejemplo: m.b. reincidentis, m.b. dalequedale, m.b. masdelomismo, m.b. suslotomais, m.b.suslodigootravez, m.b. LopezViejensis, m.b. espionajiforme o el conocido m.b. correosus, primo hermano del m.b. barcenialis
En un estudio realizado sobre los dos tipos de salmonetes en un colegio público se decidió llevarlo a la Comisión de Coordinación Pedagógica porque, al parecer, se encuentra una elevada correlación entre el salmonete de roca (Mullus surmuletus) con la calidad a la que aspira la educación pública y entre el salmonete de fango (mullus barbatus) con el paripé de calidad que nos quieren vender en la Comunidad de Madrid. Claro que ya se sabe que hay mentes muy calenturientas, pero… a pesar de la primera apariencia, las diferencias de fondo son enormemente significativas. Desde luego, comparando las dos imágenes la duda ofende: ni que decir tiene la viveza del ojo y lustrosidad del salmonete de roca con la mirada de catarata, el aspecto escuálido y raspa radiactiva del salmonete fangoso con que nos obsequia el Gobierno de la Comunidad de Madrid como regalo institucional.
Y por supuesto, nada que ver con las anchoas del Cantábrico, ahora que Rita Barberá las ha puesto tan de moda. ¡Dónde va a parar!.
Por cierto, se cuenta en los mentideros que Rita Barberá también recibió “regalos sociales” -en forma de bolso de Louis Vuitton- a cargo de la empresa Orange Market, cuyo titular es un tal Alvaro Pérez, apodado “el bigotes”; entendemos que estos bolsos de lujo son muy útiles para guardar las anchoas y comprendemos también que el portador/a del susodicho bolso como regalo social puede ser proclive a arrancarse con la coplilla de “Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita” o incluso con aquella canción de Sergio y Estíbaliz que decía
“Baarberáaas a ser la chica sencilla, que tomó el tren de la viiiida antes de seeer mujeeer; Barberás, bájate en marcha si pueeedes. Y aunque los años no vueeelven, Tú Baaarberás, Baaarberás, Toma tu vida y tu mochiiiila…. (o algo asín).
En la fotito hemos captado la instantánea de la alcaldesa, sobrada de condiciones, en un momento de la interpretación y acompañado a las palmas por un amiguito del alma.
Por lo que se ve, Seguimos erre que erre con el pescado de sangre azul.

martes, 14 de julio de 2009

SI LOS TIBURONES FUERAN HOMBRES

En un correo que me envía mi amiga Mercedes me habla de un reciente artículo de opinión de Juan Cruz en el País con interesante enjundia a propósito de los intentos de Rita Barberá por describir la metamorfosis de la anchoa, ese pececito de mirada tierna que deviene en un objeto de corrupción convirtiendo a los que las regalan y a los receptores en “traficantes de anchoas”.
Y todo ello para defender a Camps en el asunto de los trajecitos de marras.
Coincide que estaba pensando en subir al blogsss un fragmento del maestro Bertolt Brecht de sus «Historias del Señor Keuner» titulado “Si los tiburones fueran hombres” y en el que se muestra un análisis de las relaciones humanas.
Aunque fue escrito durante la epoca de la segunda guerra mundial, como una ácida critica al sistema de gobierno de Hitler, sigue siendo muy adecuado para reflexionar sobre la realidad que ahora nos toca vivir en esta oleada de capitalismo neocon y ultraliberal.
Por eso, hemos decidido utilizar la imagen de MATT del pais.com sobre las anchoas y otro tiburoncito de guante blanco para ilustrar este excelente relato. Allá va:

Si los tiburones fueran hombres -preguntó al señor K. la hija pequeña de su patrona- ¿se portarían mejor con los pececitos?

— Claro que sí -respondió el señor K.-. Si los tiburones fueran hombres, harían construir en el mar cajas enormes para los pececitos, con toda clase de alimentos en su interior, tanto plantas como materias animales. Se preocuparían de que las cajas tuvieran siempre agua fresca y adoptarían todo tipo de medidas sanitarias. Si, por ejemplo, un pececito se lastimase una aleta, en seguida se la vendarían de modo que el pececito no se les muriera prematuramente a los tiburones. Para que los pececitos no se pusieran tristes habría, de cuando en cuando, grandes fiestas acuáticas, pues los pececitos alegres tienen mejor sabor que los tristes. También habría escuelas en el interior de las cajas. En esas escuelas se enseñaría a los pececitos a entrar en las fauces de los tiburones. Estos necesitarían tener nociones de geografías para mejor localizar a los grandes tiburones, que andan por ahí holgazaneando.

Lo principal sería, naturalmente, la formación moral de los pececitos. Se les enseñaría que no hay nada más grande ni más hermoso para un pececito que sacrificarse con alegría; también se les enseñaría a tener fe en los tiburones, y a creerles cuando les dijesen que ellos ya se ocupan de forjarles un hermoso porvenir. Se les daría a entender que ese porvenir que se les auguraba sólo estaría asegurado si aprendían a obedecer. Los pececillos deberían guardarse bien de las bajas pasiones, así como de cualquier inclinación materialista, egoísta o marxista. Si algún pececillo mostrase semejantes tendencias, sus compañeros deberían comunicarlo inmediatamente a los tiburones.

Si los tiburones fueran hombres, se harían naturalmente la guerra entre sí para conquistar cajas y pececillos ajenos. Además, cada tiburón obligaría a sus propios pececillos a combatir en esas guerras. Cada tiburón enseñaría a sus pececillos que entre ellos y los pececillos de otros tiburones existe una enorme diferencia. Si bien todos los pececillos son mudos, proclamarían, lo cierto es que callan en idiomas muy distintos y por eso jamás logran entenderse. A cada pececillo que matase en una guerra a un par de pececillos enemigos, de esos que callan en otro idioma, se les concedería una medalla de varec y se le otorgaría además el título de héroe.

Si los tiburones fueran hombres, tendrían también su arte. Habría hermosos cuadros en los que se representarían los dientes de los tiburones en colores maravillosos, y sus fauces como puros jardines de recreo en los que da gusto retozar. Los teatros del fondo del mar mostrarían a heroicos pececillos entrando entusiasmados en las fauces de los tiburones, y la música sería tan bella que, a sus sones, arrullados por los pensamientos más deliciosos, como en un ensueño, los pececillos se precipitarían en tropel, precedidos por la banda, dentro de esas fauces.

Habría asimismo una religión, si los tiburones fueran hombres. Esa religión enseñaría que la verdadera vida comienza para los pececillos en el estómago de los tiburones.

Además, si los tiburones fueran hombres, los pececillos dejarían de ser todos iguales como lo son ahora. Algunos ocuparían ciertos cargos, lo que los colocaría por encima de los demás. A aquellos pececillos que fueran un poco más grandes se les permitiría incluso tragarse a los más pequeños. Los tiburones verían esta práctica con agrado, pues les proporcionaría mayores bocados. Los pececillos más gordos, que serían los que ocupasen ciertos puestos, se encargarían de mantener el orden entre los demás pececillos, y se harían maestros u oficiales, ingenieros especializados en la construcción de cajas, etc. En una palabra: habría por fin en el mar una cultura si los tiburones fueran hombres.
Bertolt Brecht, "Historias de Almanaque", Berlín 1949. Barcelona, Alianza, 1975.
Seguiremos.
Gracias a todos/as por estar ahí.

viernes, 10 de julio de 2009

AMIGUITO DEL ALMA, TE QUIERO UN GÜEVO

Estoy preocupado porque llevamos abundando desde el blogssss tanto en el tema de los güevos que, de seguir así, nos va terminar subiendo el colesterol hasta límites insospechados.
Primero dijo no conocer de nada a los responsables de la trama Correa que, casualidades de la vida, están en la cárcel acusados de llevar a cabo una fruslería de nada.
(En la imagen vemos "al bigotes", ese oscuro objeto del deseo en sus buenos tiempos del tupé, porque ahora dicen que anda un pelín desmejorado).
Después no sólo se conocían sino que se hablaban en términos de conocerse poco menos que en sentido bíblico: “amiguito del alma, te quiero un güevo”.
Luego que si, por supuesto, los trajes me los pagué yo, que los pagué en metálico un día fui a Madrid (pongamos que hablo de Madrid, dice la canción) y que no guardo las facturas. Después resulta que, al parecer, se pagaron por transferencia, a cargo de las empresas de “la trama” y el día que dije ir a Madrid, digo diego porque tenía actos públicos en la Comunidad Valenciana.
Más tarde, que esto de los trajes es como las anchoas que el Presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, regala al Presidente del Gobierno por navidad (por cierto, también a Rajoy) y que, por tanto, hasta que no dimita Zapatero, Camps, por el mismo motivo, no tiene que dimitir.
Ayer Antonio Basagoiti Pastor, se despachaba diciendo que las acusaciones que se imputan al presid…. Camps “son una gilipollez”.
Podemos pintar el perro de verde pero….se seguirá diferenciando bastante de una rana.
Si no, ¿por qué no se admitió desde el principio el regalo de los trajes? ¿O es que se sabía, también desde el principio, que huele a otra cosa? ¿Para qué esa necesidad de mentir si no hay nada que ocultar?.
Pero el problema no es de los trajes ni de su valor; la historia apunta hacia otro lado:
A todos los políticos hay dos virtudes que la ciudadanía les exige: la honradez y la honorabilidad. Y cuando se pasan por el forro de sus caprichos cualquiera de ellas, lo que tienen que hacer es largarse (a no ser, claro, que tengan más cara que el cemento armado).
La primera tiene que ver con la gestión transparente y justa de los recursos. Vamos, que no se meta la mano en la caja y que, ni para sí ni para los suyos, se tengan “privilegios o favores”.
El honor alude más a la fiabilidad de la palabra dada, a la coherencia e integridad que supone ser una persona de palabra. Y eso es incompatible con la mentira, al igual que no se puede soplar y tragar al mismo tiempo (aunque algunos tengan unas amplias tragaderas, pero eso es tema de otro cantar).
Por eso, quienes quieren defender a este curita” (como parece ser que dicen llamarle aquellos cercanos objetos amorosos que se jactaban de quererle un güevo) están, en mi opinión, errando de cabo a rabo para intentar convencernos de que pintándole los ojos a una “gula” se convierte, ipso facto, en una “angula” de Aguinaga.
Además, con todo lo que les gusta largar a los políticos, ¿cómo se entiende que el silencio sea la medida oficial impuesta por el PP sobre el tema?
¡Qué no!, que la cosa huele a chamusquina, por mucho que diga Basagoiti que es una gilipollez lo que se le imputa al susodicho figurín.
Porque, si es así, para este viaje no se necesitaban tantas alforjas; ¡eso sí que sería una gilipollez!.
NOTA FINAL DE LA REDACCIÓN SOBRE OTRAS CUESTIONES
Llega el verano pero seguiremos estando en la pomada.
Aunque sea para recordarle al Director Gral de Recursos Humanos de la Pssejería de Educación de la Comunidad de Madrid don Zurita Becerril y Tal y Tal que los empleados públicos no somos su cortijo particular: le faltó tiempo para enviar diligentemente una orden a las Direcciones de Área Territoriales dictaminando que a todos los profesionales de la Red de Orientación que hicieron una hora de paro el 5 de mayo de 2009 se les descontase el día completo de huelga.
Tal vez es posible que como él no haya necesitado hacer una huelga en su vida le bailen los conceptos; o acaso los tenga muy claros y vaya de prepotente vengativo que se pasa de frenada.
¿Nos puede aclarar, señor, si vamos de Zurita o vamos de Becerril?.

jueves, 2 de julio de 2009

APOLOGÍA DEL HUEVO FRITO

En la Comunidad de Madrid tenemos unos dirigentes que gobiernan a golpe de prepotencia, descaro y con decisiones que ofenden a menudo al sentido común; parece que muy poca gente dice estar de acuerdo con Esperanzita, pero luego llegan las elecciones y arrasan; utilizan los resultados para lavar sus vergüenzas amparándose en que si ganan con los votos, la ciudadanía ya les ha perdonado todos los posibles desmanes y no hay nada que temer; ni espionajes a miembros de su propio partido, ni pelotazos, ni caso Gürtel o Bárcenas ni ná de ná. Es curioso que ocurre lo mismo en la Comunidad Valenciana y en ambos casos coincide que la oposición está desdibujada (por utilizar una palabra suave); ¿por qué no se moviliza a los ciudadanos/as? ¿por qué la gente no vota? ¿qué es lo que ofrecen unos y otros?. Sería interesante que muchos dirigentes dejaran de mirarse el ombligo y saliesen a pie de calle.
Mientras tanto, aquí seguimos aletargados, de desmantelación en desmantelación, con los Servicios Públicos manga por hombro, escatimando en sanidad hasta el menú de los enfermos (que ahora pasan a llamarse clientes); intentando convertir el Canal de Isabel II en sociedad anónima para que chupen beneficios cuatro empresas acaudaladas; en educación cargándose la educación infantil como Servicio para convertirlo en garaje infantil rentable; seguimos esperando, de rumor en rumor a que salga en la segunda quincena de julio la resolución para desmantelar los equipos de Orientación y cuadrarlos (como en la mili) en centros a lo largo del próximo curso cuando en octubre-noviembre salga el concurso de traslados.
Este año se lo han montado mejor: no han dicho nada y han dado ciertas esperanzas de continuidad de la red de orientación; han esperado incluso a que los Equipos de Orientación termináramos la memoria anual con rigor y muchas propuestas de mejora; y para terminar la pantomima terminamos el curso sin saber que, cuando nos piten los oídos en la piscina en el mes de agosto, no es por el agua sino por la normativa que se avecina que es fina filipina. Como siempre con el consenso a que acostumbra esta panda de mangarrianes.

Y lo malo es que no nos quedan muchas esperanzas de que esta gente entre en razón. ¿cuándo entenderán Esperanzita y Lucía Figar que la cabeza es redonda para que el pensamiento pueda cambiar?. Aunque, me da la impresión de que es una posibilidad más complicada que encontrar la cuadratura del círculo.
Ánimo, que ya nos queda poco (éste es un mensaje en clave para los topos que tenemos en la red de orientación, que parece que se están frotando las manos).