domingo, 27 de junio de 2010

LAS MARIONETAS DE LA CRISIS

Hace algún tiempo, nos llegó por correo una declaración que han promovido diferentes profesores universitarios. Se trata de opiniones sobradamente cualificadas que saben de lo que hablan; nos alertan sobre los hilos que mueven la crisis para garantizar que los paganinis seamos siempre los mismos.
Es un artículo un poco largo, pero muy ilustrativo e interesante; nos parece importante difundirlo.

Aquí lo tenemos:
(junio de 2010, Juan Torres López, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga).

No es solo la economía, es la democracia
Muchos critican algunas medidas que reclama Mariano Rajoy para reducir el gasto público, como reducir la subvención a los sindicatos, los gastos electorales o ministerios, porque son "el chocolate del loro".
Pero son mucho más que eso. No las propone porque crea que de esa manera se va a reducir sustancialmente el déficit. Lo hace como parte de una estrategia bien calculada de debilitar la acción pública y todo aquello que refuerza la capacidad de respuesta y defensa de los trabajadores y de la ciudadanía en general.
Por eso centran también la reforma laboral en el debilitamiento de la negociación colectiva.
Ni siquiera buscan más beneficios, que podrían obtenerlos con más actividad y con mayor empleo, sino más poder.
Por eso lo que verdaderamente está en juego con la respuesta que los especuladores están logrando imponer a la crisis que ellos mismos han provocado es la democracia y la posibilidad de que los poderes representativos se enfrenten con garantías a los del mercado.
Los grandes financieros y los poderes económicos han conseguido vencer a los gobiernos y están logrando que éstos no solo no adopten ni una sola de las medidas reformadoras que habían previsto sino que, además, lleven a cabo programas de ajuste que, si no se frenan, van a suponer una nueva derrota histórica de las clases trabajadoras.
El procedimiento ha sido sibilino, casi diabólico. Los gobiernos tuvieron que dedicar billones de euros a salvar a los bancos para evitar que su quiebra hiciera saltar por los aires el sistema financiero internacional y a programas de apoyo a la actividad para que las economías no colapsaran. El resultado inevitable fue, o un incremento ingente de la creación de dinero en Estados Unidos y Reino Unido, o de la deuda pública.
Pero años atrás los bancos privados lograron establecer el criterio de que los bancos centrales no pueden financiar a los gobiernos. Era la manera de garantizarse para ellos el gran negocio de la deuda pública cuando se produjera y al mismo lograr que ésta fuera sustituida paulatinamente por la privada, mucho menos controlada y más rentable para la banca.
Así, cuando los gobiernos han incurrido en déficit para hacer frente a la crisis que los bancos provocaron resultaba que eran esos mismos bancos quienes podían financiarlos para que dispusieran de recursos suficientes.
Se ha generado un negocio redondo en lo financiero y en lo político.
Por un lado, los bancos privados han estado recibiendo dinero barato, al 1% más o menos, de los bancos centrales con el objetivo de que pudieran volver a financiar enseguida a las empresas y familias. Pero en lugar de ello, los bancos dedican ese dinero a suscribir la deuda de los gobiernos que se emite al 4 o 5% o a seguir especulando.
Y no solo eso. Buscando siempre ganar mucho más, los bancos y los grandes fondos especulativos enseguida comenzaron a manifestar que algunos gobiernos (contra los que se disponían a tomar posiciones especulativas) no iban a poder pagar la deuda, o incluso a lanzar rumores sin fundamento simplemente para hacer creer que su situación era mucho peor que la real. Y así obligaban a que subiera el interés al que los gobiernos debían emitir la deuda, alcanzado a veces, como en el caso griego, incluso el 10%.
De esa forma los bancos están obteniendo beneficios multimillonarios, pero no solo eso.
Puesto que ahora disponen de una situación de privilegio frente a los gobiernos, porque éstos deben recurrir necesariamente a ellos para obtener recursos, les pueden imponer condiciones políticas draconianas.
Ese es el origen de los planes de ajuste que los gobiernos que han cedido a estos chantajes están aplicando y que van buscando, sobre todo, disminuir la capacidad de respuesta de los trabajadores.
Si de verdad se quisiera dinamizar la actividad económica y el empleo no se frenaría la demanda, ni se permitiría que el dinero de los bancos vaya a otro sitio que no sean las empresas y familias. Si verdaderamente se quisiera crear condiciones para cobrar la deuda en el futuro no se debilitaría la capacidad potencial de crecimiento de las economías.
De hecho, si no fuera porque en realidad es dramático se podría calificar de cómico el modo de actuar de las agencias de rating que se usan para llevar a cabo esta extorsión a los gobiernos. Primero dicen que van a bajar la calificación si éstos no aplican el ajuste porque entonces "los mercados" no confiarán en su deuda pública y deberán emitirla más cara. Pero cuando aplican el ajuste, las mismas agencias, como ha pasado en España con Fitch, rebajan la calificación porque dicen que se reduje la expectativa de crecimiento....¡como consecuencia de la aplicación del ajuste!
Lo que hay detrás de todo ello está bastante claro por mucho que quieran disimularlo. Los bancos y los grandes especuladores no quieren que se cambie ni una coma de las condiciones de plena libertad en las que actúan en los mercados internacionales. Lo de imponer algún impuesto en algún lugar concreto es lo de menos. Lo importante es la libertad de movimientos y eso es lo que quieren mantener.
Pero saben perfectamente que en esas condiciones las crisis se van a hacer cada vez más reiteradas y fuertes y por eso tratan de evitar que haya vías de respuesta social. Lo que les podría incomodar en el futuro es que haya poderes representativos a través de los que la ciudadanía pudiera hacer frente y responder a lo que está por venir y que no es otra cosa que un continuo desorden financiero y una pérdida de estabilidad y de bienestar.
No nos engañemos. No hay razones de fondo, ni científicas ni siquiera para aumentar los beneficios empresariales que justifiquen la reducción del gasto público (que en su gran mayoría y directa o indirectamente termina yendo a las cuentas de las empresas), la reforma laboral que se prepara, la privatización de servicios o de las pensiones. Solo se busca privilegiar la capacidad de acción de las grandes empresas y de los financieros. Buscan ganar más, como siempre, pero ahora necesitan hacerlo sin trabas políticas porque para incrementar sus beneficios van a tener que hacer cada vez más barbaridades y destrozar de modo más evidente la economía, el medio ambiente y la justicia social.
Lo que está en juego, pues, no es solo una cuestión salarial, ni un tijeretazo más o menos grandes a los gastos de Estado. Lo que peligra es la democracia y la libertad.



DECLARACIÓN DE PROFESORES UNIVERSITARIOS FRENTE A LA CRISIS
Los profesores y profesoras universitarios que firmamos esta declaración lo hacemos porque tenemos la convicción de que la interpretación que se hace de la crisis y las medidas que se están tomando ante la grave situación que estamos viviendo no son las adecuadas para hacerle frente respetando principios elementales de la democracia y la justicia social.
Queremos que la ciudadanía entienda que esta crisis no es simplemente un hecho circunstancial, sino la expresión de un modo de vida y de organización de todo el sistema social y económico que es material y humanamente insostenible.
La crisis la ha provocado un sistema financiero concebido y regulado para que la principal fuente de beneficio de la banca y los poderes financieros sea la especulación. Por eso será imposible salir de la crisis como se quiere salir: sin cambiar las reglas del sistema financiero, sin acabar con los paraísos fiscales, sin vigilar y controlar a la bancos y dejando que sigan siendo ellos quienes impongan el modo de funcionar de la economía mundial. No podemos consentir que la ciudadanía que nada ha tenido que ver pague los platos rotos por los bancos.
La crisis ha tenido un efecto especialmente grave en nuestro país porque los gobiernos consolidaron en los últimos años un modelo económico basado en la construcción, en la explotación masiva e irracional de los recursos naturales y en la desigualdad y muy dependiente de los designios de las grandes corporaciones y burocracias europeas. No podremos salir de la crisis si se sigue incentivando el mismo tipo de actividad económica.
También estamos comprobando que la crisis hace evidente la fragilidad de nuestra democracia porque en lugar de la deliberación predomina la imposición y porque los poderes financieros y económicos se imponen continuamente a las instituciones representativas. Ceder a la extorsión de "los mercados" es debilitar aún más la democracia y así solo se saldrá de la crisis con menos bienestar y justicia. Se quiere hacer creer a la ciudadanía que las medidas que se están adoptando son las únicas posibles pero la experiencia de otros países nos permite afirmar que eso no es verdad y que cuando se adoptan solo conducen, como acaba de decir el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, "al desastre". Sabemos, por el contrario, que hay otras salidas a la crisis mucho más eficaces y favorables para el bienestar.
El conocimiento de lo que está ocurriendo y el sentido común nos dicen que lo primero y principal es devolver el crédito a empresas y familias y que para ello es necesario que el Estado disponga de fuentes seguras de financiación. Es inmoral e inaceptable que el dinero que los poderes públicos dan a los bancos al 1% para que financien a la economía solo lo utilicen para comprar deuda pública al 5 o incluso al 10% o para seguir especulando.Por eso defendemos la banca pública que la crisis ha demostrado que es más necesaria que nunca.
Sabemos que la reforma laboral que se prepara solo con el propósito principal de debilitar el poder de negociación de los trabajadores no es lo que se necesita para crear empleo. Tratar de ssalarialir de la crisis reduciendo los sariosos y las rentas de la mayoría de la población es como querer salir del hoyo tirándose de los pelos. Son esas rentas quienes mantienen el gasto que permite que la economía se mantenga en pie, de modo que reducirlas para aumentar los beneficios de los bancos y las grandes empresas (que en el primer trimestre de 2010 han aumentado un 25%) es la antesala de una larga y dolorosa depresión económica.
Sabemos que los recortes de gasto público que se proponen no son los más eficaces ni los más justos y que, en todo caso, hay otros que se podrían haber recortado primero, como los militares. Y sabemos que existen otros mecanismos de obtención de ingresos cuya carga no recae sobre los más desfavorecidos sino sobre aquellos que provocaron la crisis, o sobre los que disfrutan de ingresos o riqueza muy superiores a la mayoría de la población.
Quienes conocemos cómo funciona esta sociedad, la historia y la naturaleza de los auténticos poderes que toman las decisiones somos conscientes de la dificultad de tomar hoy día medidas diferentes a las que proponen la patronal y los grandes financieros. Pero la experiencia también nos enseña que cuando la ciudadanía se empodera y conoce bien lo que pasa a su alrededor es capaz de influir y de torcer las decisiones que le obligan a ir por los caminos que no desea transitar.
Por ello reclamamos también más debate y diálogo social para que la ciudadanía sepa lo que pasa, para que disponga de información plural y pueda optar y decidir con fundamento. Reclamamos, por tanto, que los medios de comunicación públicos cumplan con la tarea a la que están llamados y abran urgentemente debates sobre la crisis en los que no se difundan siempre las mismas ideas de quienes detentan el poder sino las diferentes concepciones y propuestas sobre lo que está ocurriendo y sobre la mejor forma de hacerle frente.
Con este convencimiento, nos comprometemos a contribuir con nuestra actividad universitaria para que la sociedad tome conciencia de que las medidas que se están adoptando NO PERMITIRÁN RESOLVER LA CRISIS porque solo se encaminan a facilitar que, los de por sí más privilegiados, obtengan más cómodamente sus enormes beneficios. Y, sobre todo, a aportar y difundir esas OTRAS FORMAS DE HACER FRENTE A LA CRISIS que respetan el bienestar y la justicia y que además son mucho más eficaces para combatir sus efectos tan negativas sobre la población más desfavorecida.
Como muestra de este compromiso suscribimos esta declaración que haremos pública próximamente para mostrar nuestro rechazo a las medidas que se vienen adoptando.
Buen provecho y, para los profesionales de la Orientación Educativa de la Comunidad de Madrid, que no se les atragante la memoria.

viernes, 18 de junio de 2010

EL PARTIDO POPULAR DE LOS TRABAJADORES

Desde luego las medidas para salir de la crisis que ha tomado el Gobierno de Zapatero abundan todas en el mismo sentido: romper la cuerda por el sitio más frágil. De este modo, no todos contribuimos igual a solucionar un descalabro que ocasionó el mundo financiero con sus desmanes y su ansia viva de dinero.

Se baja el sueldo a los empleados públicos. Muchos aplauden con las orejas que por fin se le haya metido mano a estos/as vagos privilegiados; pronto se les han olvidado los comentarios que tantos oportunistas de a pie nos hacían a los funcionarios antes de ayer: “Por lo que tú ganas, yo ni siquiera me levanto de la cama”.

Se nos vende una reforma laboral en la que, ni cogida con pinzas y analizada con lupa gorda, se encuentran dónde está tanta protección y apoyo al trabajador/a. claro que a la patronal todavía le parece poco y señala que hay que ir mucho más allá. Y para aumentar la presión y unificar más su bloque, esta patronal demócrata ha quitado de en medio a Jesús Bárcenas como presidente de la pequeña y mediana empresa y ha puesto en su lugar a Jesús Terciado, un lugarteniente predilecto de Diaz Ferrán, que continúa con su beatus ille particular
¡Pues como sigamos apretando más nuestro cinturón nos vamos a partir en dos, porque tenemos ya menos cintura que las hormigas!.

Aunque, según parece, el tamaño de la cintura tiene relación inversamente proporcional con el tamaño de las tragaderas; porque esto no ha parado: continuará con el aumento de la edad de jubilación, el copago de las medicinas, el aumento de la edad de años cotizados para mermar el derecho y cuantía de las pensiones, etc.etc. Y a esto se le llama modernizar y ayudar a mejorar el estado del bienestar. ¡Que no me ayuden tanto, por Dios!.

Pero lo que ya me quedaba por oír, y reiteradamente, por cierto, es que la Sra De Cospedal en un ejercicio de cinismo depurado, autoerija al PP como el partido que defiende los derechos de los trabajadores/as.
Sin duda las medidas anticrisis de Zapatero han organizado una Zapatiesta en los derechos de los trabajadores.
Pero no debemos olvidarnos de que el PP lleva diciendo que estas mismas medidas había que haberlas tomado mucho antes y que, además, hay que ir mucho más allá y en la misma dirección.
Además, como es bien sabido, este partido, con importantes dirigentes metidos en la trama Gürtel hasta las cejas, ha sido el gran defensor de los derechos y libertades durante la dictadura.
Y por supuesto, los grandes avances en derechos sociales, como todo el mundo sabe, siempre han venido promovidos desde la derecha y el neoliberalismo. El último ejemplo lo tenemos su prodigiosa colaboración en la gestión y aplicación de la ley de dependencia.
Como decía mi abuela, “no hay cosa más extraña (mi abuela decía otra cosa) que un obrero/a de derechas”.
Pero, en fín, tal vez ahora el PP es el partido de los trabajadores y tal vez también descubramos que los peces submarinos hacen la fotosíntesis. ¡Quien sabe!.
A veces resulta difícil ver la piedra en el ojo. Sobre todo cuando la piedra es tan grande que tapa todo el ojo y sirve para despilfarrar, sí, despilfarrar tanto dinero público que desemboca en el bolsillo de unos pocos (siempre los mismos); así ha ocurrido con la primera piedra de la tan cacareada “ciudad de la injusticia” en la comunidad de Madrid.
Subimos hoy al blogsssss una instantánea de la señora De Cospedal y dal y dal el el momento de la autoproclama como defensora de los trabajadores; Nótese cómo, a medida que avanza el anuncio, se le alarga el dedo cual nariz de Pinocho.

Por mucho que esta María Dolores se nos disfrace con el nuevo look pepero que incluye una No palestina, made in Moraleja, cuidadosamente anudada al cuello , ¡no da el pego!.

Buenas noches y buena suerte. Ahí seguimos. Gracias a todos/as.
Y, como dice mi amiga Mª José, “bicos e apertas”.

jueves, 10 de junio de 2010

ESPERANZA AGUIRRE Y LA PIEDRA FILOSOFAL

En estos tiempos que corren han cambiado de nombre las cosas. Ahora se le llama “reforma de calado del mercado laboral” a lo que siempre ha sido “nos la calan hasta los huesos”; lo que antes era “despido” ahora pasa a ser “despido con patada en el trasero” o, en términos de ese prestidigitador medio pelo llamado Díaz Ferrán, “modernizar el mercado laboral”.
Además, se quedan tan panchos quienes, para diferenciar claramente a los nobles y a los siervos, proclaman que no queda más remedio que recortar en un santiamén, los exiguos derechos que los plebeyos han adquirido con sangre, sudor y lágrimas a lo largo de muchas décadas.
Como sigamos así, llegaremos a trabajar por la comida o incluso a pagar por trabajar.
Hace algún tiempo aún se cortaban un poco, pero ahora, con la soberbia subida, se les cae la baba diciendo, bien alto, que a estas medidas nos obliga el mercado, Europa, el Fondo monetario internacional, el Banco Mundial y no sé cuantos más.
Pues bien; me cago yo en el señor mercado, en el Fondo monetario y en el Sursuncorda si es preciso; a la neurona gorda que me queda le cuesta mucho comprender que, para ser competitivos con el mercado asiático emergente, debamos "modernizarnos" evolucionando hacia unas condiciones laborales ultra-mega-precarias: con limosnas en vez de sueldo, sin ningún tipo de seguridad social, sin vacaciones ni descanso semanal y con jornadas diarias de 14-18 horas.
Me da la impresión de que estamos cometiendo un error relevante: estamos respondiendo con reacciones “locales” en cada país o en cada comunidad ante medidas que se deciden en Europa; y las decisiones europeas necesitan respuestas europeas.
Lo diremos más directo: queremos pedir claramente a los sindicatos que establezcan, de forma urgente pero meditada, una coordinación suficiente con el resto de las organizaciones sindicales europeas para que se proponga un día común de huelga europea; al señor mercado no le preocupa tanto que se proteste de forma aislada en Grecia, en Portugal, en España, en Alemania, en Hungría, en Francia…. Pero si protestamos todos a la vez y el mismo día, es harina de otro costal.
Para hacer frente a este neoliberalismo salvaje necesitamos unificar las fuerzas todos los trabajadores/as europeos; y si las razones y motivos son comunes en todos los países ¿por qué no nos ponemos manos a la obra?.

Mientras tanto, nuestra Esperanza Teacher sigue meando colonia, como si con ella no fuese la cosa. Estos días se está aireando que colocar la primera piedra de la ciudad de la justicia nos costó al erario público un potosí (proyecto que está durmiendo en espera de mejor vida); y que también se pagó ya a Norman Foster por el diseño de dos edificios la friolera de 10 millones de euros.
Todo esto nos trae a la memoria una reflexión que nos contaba nuestra amiga Araceli hace unos días, en la manifestación pasada por agua:
Lanzarle una piedra a Esperanza Aguirre ¿es un canto a la Esperanza?.

Sea lo que sea, hay mucha confusión entre “piedras, pedrolos, pedruscos o pedrisca”, pero, como decía mi abuela, otra cosa bien distinta es “pedricar” con el ejemplo. Y Esperanzita de eso sabe un rato; no en vano siempre tiene la piedra filosofal en la cabeza. El problema es que debe tratarse de una piedra filosofal venida a menos, porque nos cuenta unas milongas menos creíbles que los billetes de 13 euros.

martes, 1 de junio de 2010

LA CRISIS BURRIL

Nuestro amigo Antonio nos ha remitido un archivo circulante, que nos ayuda, a quienes somos legos en la materia, a comprender la crisis y los remedios que se le están aplicando.
Hemos ilustrado la historia con una imagen asnal para que cada cual le atribuya la cara y el escenario “que más le ponga”.
Se admiten burradas, pero con decoro, que estamos en horario infantil.

Allá va la historia:

Se solicitó a un prestigioso asesor financiero que explicara esta crisis de una forma sencilla, para que la gente de a pie entienda sus causas.
Este fue su relato:
Un señor se dirigió a una aldea donde nunca había estado antes y ofreció a sus habitantes 100 euros por cada burro que le vendieran.
Buena parte de la población le vendió sus animales.
Al día siguiente volvió y ofreció mejor precio, 150 por cada burrito, y otro tanto de la población vendió los suyos.
Y a continuación ofreció 300 euros y el resto de la gente vendió los últimos burros.
Al ver que no había más animales, ofreció 500 euros por cada burrito, dando a entender que los compraría a la semana siguiente, y se marchó.

Al día siguiente mandó a su ayudante con los burros que compró a la misma aldea para que ofreciera los burros a 400 euros cada uno.
Ante la posible ganancia a la semana siguiente, todos los aldeanos compraron sus burros a 400 euros, y quien no tenía el dinero lo pidió prestado. De hecho, compraron todos los burros de la comarca.

Como era de esperar, este ayudante desapareció, igual que el señor, y nunca más aparecieron.

Resultado:
La aldea quedó llena de burros y endeudados.
Hasta aquí lo que contó el asesor.
Veamos lo que pasó después:
Los que habían pedido prestado, al no vender los burros, no pudieron pagar el préstamo.
Quienes habían prestado dinero se quejaron al ayuntamiento diciendo que si no cobraban, se arruinarían ellos; entonces no podrían seguir prestando y se arruinaría todo el pueblo.
Para que los prestamistas no se arruinaran, el Alcalde, en vez de dar dinero a la gente del pueblo para pagar las deudas, se lo dio a los propios prestamistas. Pero estos, ya cobrada gran parte del dinero, sin embargo, no perdonaron las deudas a los del pueblo, que siguió igual de endeudado.
El Alcalde dilapidó el presupuesto del Ayuntamiento, el cual quedó también endeudado.
Entonces pide dinero a otros ayuntamientos; pero estos le dicen que no pueden ayudarle porque, como está en la ruina, no podrán cobrar después lo que le presten.

El resultado:
Los listos del principio, forrados.
Los prestamistas, con sus ganancias resueltas y un montón de gente a la que seguirán cobrando lo que les prestaron más los intereses, incluso adueñándose de los ya devaluados burros con los que nunca llegarán a cubrir toda la deuda.
Mucha gente arruinada y sin burro para toda la vida.
El Ayuntamiento igualmente arruinado.

Resultado¿ final?:
Para solucionar todo esto y salvar a todo el pueblo, el Ayuntamiento bajó el sueldo a sus funcionarios.
Nos permitimos, desde el blogssssss añadirle una moraleja a modo de finiquito:
Como suele ocurrir, unos/as se lo montan con los cargos y otros/as llevan las cargas. O dicho de otra forma, unos se fuman los puros y a otros se los meten.
Seguiremos en la pomada.
Buenas noches, buena suerte y gracias a todos/as por estar ahí.