domingo, 7 de septiembre de 2008

LA CARA DE LOS GIRASOLES

El girasol tiene la peculiaridad de que su flor gira a lo largo del día mirando hacia el sol. También se llama mirasol.
Su fruto son las pipas y se cultiva en todo el mundo como planta oleaginosa para producir aceite, biodiesel o simplemente para ornamentar jardines privados.
A veces, por extrañas mutaciones, a estas inflorescencias les nacen cargos públicos que acostumbran a emitir brindis al sol, se arriman al sol que más calienta, hacen lo posible por privatizar todos los Servicios Públicos ninguneando a los profesionales y tratándolos como si fueran simples enseres de su cortijo particular; además, hacen alardes de pasárselo pipa, van sobrados en prepotencia y se llevan por delante a los que discrepan de sus propósitos.
El mejor criterio profesional que atesoran es la libre designación y, como hay estómagos agradecidos, siempre se encuentra un roto para tapar un descosido.
Su actitud es tan cerril que aunque no les salgan las cuentas, a pesar de presumir de elevados y complejos conocimientos matemáticos, no se ha inventado para ellos la marcha atrás.
Actualmente el foco más numeroso y ultraliberal se ha detectado en la Comunidad de Madrid, con un núcleo especialmente virulento en los aledaños de la Puerta del Sol.
Sus anclajes al corazón de la flor son tan fuertes y ramificados que son difíciles de erradicar, por lo que se requiere un tratamiento a medio-largo plazo; para frenar la invasión y el ramalazo autoritario son necesarias dosis continuas, reiteradas y persistentes de sentido común, organización y unidad de todos los colectivos afectados, aportando ideas, diálogo y regando todo ello con savia nueva.
Aquí presentamos dos muestras de helianthus afectados, (uno con un brote crecido de Ali Dely y otro con Lucy sonriente en pleno desarrollo) pero hay Zonas y Areas prácticamente invadidas.
Sin duda se aventuran tiempos difíciles, pero no se puede dar la cosecha por perdida porque el girasol es una planta de tronco fuerte y resiste bien el temporal.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre me han caido simpáticos los girasoles, tan amarillos ellos, tan bonitos. Pero esta especie endémica en la Comunidad de Madrid, ya no me parece tan maja. Así que tendremos que sacar nuestros aperos de labranza, y empezar a cortar esta especie botánica, no vaya a ser que nos pase como a los topillos, que se cargaban las cosechas. Ya hay algunas seriamente afectadas, como las EEII, que están a punto de perderse; otras ya hemos estado a punto y seguimos en peligro.
¡Animo chicos, con los azadones al hombro.!

Anónimo dijo...

Ya sabéis que las pipas o semillas de girasol suelen ser consumidas tras un leve tostado y, en ocasiones, un leve salado; se consideran muy saludables (a ver si entre todos las tostamos tanto... hasta achicharrarlas y elevamos la dosis de sal hasta que en Madrid nadie quiera consumirlas por ser perjudiales para la salud pública). Por otra parte, no olvidéis que debe evitarse su ingesta por parte de niños pequeños ya que pueden provocar atragantamientos en ellos. De hecho ya se están produciendo en forma alarmante y se han extendido los mismos a sus familias y a sus educador@s.
Gracias compas por vuestra ironía y sentido del humor...Sois geniales. ¡Ánimo, se avecina duro!

Anónimo dijo...

Compañer@s sois lo mas "salao" de esta Consejería.

Y lo de salao nada que ver con la sal que necesitan las pipas de girasol.

Gracias por vuestro sentido del humor e ironía. Os necesitamos.