BORRASCA, COJINES Y COJINETES

Cuando teníamos a Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo Franco Bahamonde (que éste era el nombre completo del dictador), en la revista “Hermano Lobo” se publicó un conocido parte meteorológico que consiguió burlar la censura y que decía así “reina en España un fresco general procedente del noroeste”.
Pues bien, ahora podemos decir que no corren buenos vientos en la Comunidad de Madrid; no se si se debe al cambio climático,a un embolsamiento de aire comunitario enrarecido o contaminado o a que estamos inmersos en una borrasca de precipitación continua. Lo que sí notamos son unos vientos huracanados, prepotentes y que desmelenan (al escribir esta palabra sin darme cuenta me salio desLamelan, ¿en qué estaría yo pensando?) a yernísimos de presidentes de Diputación imputados por delito fiscal o a consortes de jefes de gabinete de expresidentes de gobierno.

Ese desmelene hace aflorar en ellos unas turbulencias con marcadas isobaras privatizadoras (desde luego la vara sí que la dan); en consecuencia los Servicios Públicos están sometidos a altas presiones, en un ambiente de niebla pertinaz y visibilidad reducida tanto a corto como medio plazo.

Lo peor de todo es que el pronóstico sigue siendo incierto porque nos encontramos ante un frente estable que funciona como un clan; por ello se avecinan aún tormentas de aguanieve (también llamada cellisca), lluvia ácida o granizadas sobre los Servicios Públicos con grave riesgo de arruinar las cosechas conseguidas con el esfuerzo de tantos profesionales durante tantos años.
Se percibe también el fenómeno de una potente inversión térmica con clara congelación en los servicios esenciales para las capas sociales más bajas y una temperatura mucho más benigna en latitudes superiores.
Esta actividad convectiva origina la formación de nubes de tipo cúmulos que descargan con fuerte aparato eléctrico sobre Servicios ya castigados y despreciados reiteradamente con anterioridad, por lo que se aventura un otoño caliente. Es inaudito cómo a pesar de tal “cúmulo” de razones, algunos aún no se caen del “nimbo” y siguen erre que erre con sus “estratos”, dejándonos hechos unos "cirros". Y además van de víctimas los pobrecitos.
Dicen que las variaciones repentinas de presión atmosféricas repercuten en los huesos y tal vez sea posible porque a mí ya me duelen los cojines y cojinetes, pero sobre todo lo que no soporto es los “juanjoanetes”.

Para terminar (por hoy), me pregunto:

Si se privatizan todos los servicios públicos, ¿para qué necesitamos, por ejemplo, una Pssejería de Educación?. Sin duda se ahorraría muchisísimo más que el despilfarro que le parece a estos demócratas de cartón la existencia de delegados sindicales. ¿O se olvidan estos sublimes Psssejeros, VicePsssejeros, Directores Generales, Asesores y altos Cargos de que también ellos viven a costa del dinero de todos? (aunque comprendemos que su sueldo, al igual que el de EsperanZita, les da para llegar a duras penas a final de mes) ¿Cuáles son los motivos para que alguien que siempre ha vivido de lo público (como Aly Dely por ejemplo) quiera acabar con los Servicios Publicos?.

Mañana mas, porque estamos en plena gota fría.