Como no es oro todo lo que reluce subimos hoy al blogggsssss comentarios sobre dos ejemplares de diferente interés culinario y cuyo parecido cromático y morfológico no debe inducirnos a error.
Hablamos del Salmonete de roca (mullus surmuletus) y del Salmonete de fango (mullus barbatus)
Es característico de ambos el color rosado rojizo, diferenciándose el salmonete de roca, de color más intenso, por la primera aleta dorsal que es de color amarillento con dos manchas negras bien definidas.
Ambos tienen una estacionalidad muy marcada: el otoño; no obstante el salmonete de fango tiene además una doble peculiaridad específica de la Comunidad de Madrid: por un lado puede encontrarse con facilidad a lo largo de todo el año; por otro, la costumbre de este Sal-monete a moverse por los lodos de la ciénaga del Manzanares, le incita a remontar en las vacaciones estivales, pillándonos a los incautos con las defensas bajas y sacando unas ristras de instrucciones que no tienen desperdicio.
El salmonete de roca es de los pescados más sabrosos; en el de fango su sabor cambia bastante, ya que el cieno le proporciona un regusto desagradable y muy poco aconsejable.
Es por tanto necesario estar alerta y ojo avizor, porque aunque su parecido visual es evidente, el resultado culinario es enormemente distinto; incluso más diferente que el parecido entre los diseños de Ágata Ruiz de la Prada y el colorido de Rouco Varela en el traje de diario.
Los Consejeros de la susodicha Comunidad, que son muy astutos, hábiles y expertos en dar gato por liebre, conocen las similitudes morfológicas de ambos animalitos y se desviven por ofrecer a los ciudadanos el mullus surmuletus a sabiendas de que se trata de un fangoso mullus barbatus. Digamos que se enrocan en sus intereses para ofrecer el fango a los demás.
La diferencia de precio entre ambos también es espectacular: mientras el precio del salmonete de roca es de ciento, el del sal-monete de fango no pasa de uno.
Ofreciendo uno por otro, la traducción es clara: algunas mesnadas de escualos ganan en comisiones un ciento por uno.
En cuanto al modo de captura también es bien diferente: el salmonete de roca, amante de aguas cristalinas y límpidas es bastante inocentón y confiado, por eso se le ve venir de cara y simplemente con llamarle acude a donde sea y allí le tienden la red; el sal-monete de fango, muy al contrario, se pesca con escavadora removiendo el fondo con la misma maquinaria pesada que se utilizó para construir los túneles de la Calle-30 (antiguamente M-30, cuando era carretera; ahora lo sigue siendo, pero si se llama calle no necesita tantos permisos ni licencias extramunicipales). Volviendo a los salmonetes, económicamente, para el amante del fraude, es un negocio tremendamente rentable porque el fangoso es una especie muchisísimo más abundante. Además da muy bien el pego, porque si está un poco pálido, se pinta con anilina y mejora su aspecto por momentos. El Sal-monete de fango es muy apto para ofrecer entre inauguraciones y soflamas en las verbenas populares multitudinarias porque ayuda a que luego en las elecciones se arrase con los votos.
Ambos se preparan a la plancha pero mientras uno estimula las ganas de repetir el otro te repite y te deja planchado; además al sal-monete fangoso nunca se le coge el punto: se achicharra siempre. Y del hedor que desprende, mejor no hablamos…
¡Y el sabor! ni que decir tiene: además del regusto desagradable del sal-monete fangoso, comentado más arriba, la textura de su carne es blandengue y anodina; en fin, es como comparar un vino peleón de tetrabrik con un tinto Pesquera del 2005.
Dentro del mullus barbatus encontramos muchas subespecies afines que comparten estos dos vocablos y se diferencian sólo por el segundo apellido; por ejemplo: m.b. reincidentis, m.b. dalequedale, m.b. masdelomismo, m.b. suslotomais, m.b.suslodigootravez, m.b. LopezViejensis, m.b. espionajiforme o el conocido m.b. correosus, primo hermano del m.b. barcenialis
En un estudio realizado sobre los dos tipos de salmonetes en un colegio público se decidió llevarlo a la Comisión de Coordinación Pedagógica porque, al parecer, se encuentra una elevada correlación entre el salmonete de roca (Mullus surmuletus) con la calidad a la que aspira la educación pública y entre el salmonete de fango (mullus barbatus) con el paripé de calidad que nos quieren vender en la Comunidad de Madrid. Claro que ya se sabe que hay mentes muy calenturientas, pero… a pesar de la primera apariencia, las diferencias de fondo son enormemente significativas. Desde luego, comparando las dos imágenes la duda ofende: ni que decir tiene la viveza del ojo y lustrosidad del salmonete de roca con la mirada de catarata, el aspecto escuálido y raspa radiactiva del salmonete fangoso con que nos obsequia el Gobierno de la Comunidad de Madrid como regalo institucional.
Y por supuesto, nada que ver con las anchoas del Cantábrico, ahora que Rita Barberá las ha puesto tan de moda. ¡Dónde va a parar!.
Por cierto, se cuenta en los mentideros que Rita Barberá también recibió “regalos sociales” -en forma de bolso de Louis Vuitton- a cargo de la empresa Orange Market, cuyo titular es un tal Alvaro Pérez, apodado “el bigotes”; entendemos que estos bolsos de lujo son muy útiles para guardar las anchoas y comprendemos también que el portador/a del susodicho bolso como regalo social puede ser proclive a arrancarse con la coplilla de “Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita” o incluso con aquella canción de Sergio y Estíbaliz que decía
“Baarberáaas a ser la chica sencilla, que tomó el tren de la viiiida antes de seeer mujeeer; Barberás, bájate en marcha si pueeedes. Y aunque los años no vueeelven, Tú Baaarberás, Baaarberás, Toma tu vida y tu mochiiiila…. (o algo asín).
En la fotito hemos captado la instantánea de la alcaldesa, sobrada de condiciones, en un momento de la interpretación y acompañado a las palmas por un amiguito del alma.
Por lo que se ve, Seguimos erre que erre con el pescado de sangre azul.
Hablamos del Salmonete de roca (mullus surmuletus) y del Salmonete de fango (mullus barbatus)
Es característico de ambos el color rosado rojizo, diferenciándose el salmonete de roca, de color más intenso, por la primera aleta dorsal que es de color amarillento con dos manchas negras bien definidas.
Ambos tienen una estacionalidad muy marcada: el otoño; no obstante el salmonete de fango tiene además una doble peculiaridad específica de la Comunidad de Madrid: por un lado puede encontrarse con facilidad a lo largo de todo el año; por otro, la costumbre de este Sal-monete a moverse por los lodos de la ciénaga del Manzanares, le incita a remontar en las vacaciones estivales, pillándonos a los incautos con las defensas bajas y sacando unas ristras de instrucciones que no tienen desperdicio.
El salmonete de roca es de los pescados más sabrosos; en el de fango su sabor cambia bastante, ya que el cieno le proporciona un regusto desagradable y muy poco aconsejable.
Es por tanto necesario estar alerta y ojo avizor, porque aunque su parecido visual es evidente, el resultado culinario es enormemente distinto; incluso más diferente que el parecido entre los diseños de Ágata Ruiz de la Prada y el colorido de Rouco Varela en el traje de diario.
Los Consejeros de la susodicha Comunidad, que son muy astutos, hábiles y expertos en dar gato por liebre, conocen las similitudes morfológicas de ambos animalitos y se desviven por ofrecer a los ciudadanos el mullus surmuletus a sabiendas de que se trata de un fangoso mullus barbatus. Digamos que se enrocan en sus intereses para ofrecer el fango a los demás.
La diferencia de precio entre ambos también es espectacular: mientras el precio del salmonete de roca es de ciento, el del sal-monete de fango no pasa de uno.
Ofreciendo uno por otro, la traducción es clara: algunas mesnadas de escualos ganan en comisiones un ciento por uno.
En cuanto al modo de captura también es bien diferente: el salmonete de roca, amante de aguas cristalinas y límpidas es bastante inocentón y confiado, por eso se le ve venir de cara y simplemente con llamarle acude a donde sea y allí le tienden la red; el sal-monete de fango, muy al contrario, se pesca con escavadora removiendo el fondo con la misma maquinaria pesada que se utilizó para construir los túneles de la Calle-30 (antiguamente M-30, cuando era carretera; ahora lo sigue siendo, pero si se llama calle no necesita tantos permisos ni licencias extramunicipales). Volviendo a los salmonetes, económicamente, para el amante del fraude, es un negocio tremendamente rentable porque el fangoso es una especie muchisísimo más abundante. Además da muy bien el pego, porque si está un poco pálido, se pinta con anilina y mejora su aspecto por momentos. El Sal-monete de fango es muy apto para ofrecer entre inauguraciones y soflamas en las verbenas populares multitudinarias porque ayuda a que luego en las elecciones se arrase con los votos.
Ambos se preparan a la plancha pero mientras uno estimula las ganas de repetir el otro te repite y te deja planchado; además al sal-monete fangoso nunca se le coge el punto: se achicharra siempre. Y del hedor que desprende, mejor no hablamos…
¡Y el sabor! ni que decir tiene: además del regusto desagradable del sal-monete fangoso, comentado más arriba, la textura de su carne es blandengue y anodina; en fin, es como comparar un vino peleón de tetrabrik con un tinto Pesquera del 2005.
Dentro del mullus barbatus encontramos muchas subespecies afines que comparten estos dos vocablos y se diferencian sólo por el segundo apellido; por ejemplo: m.b. reincidentis, m.b. dalequedale, m.b. masdelomismo, m.b. suslotomais, m.b.suslodigootravez, m.b. LopezViejensis, m.b. espionajiforme o el conocido m.b. correosus, primo hermano del m.b. barcenialis
En un estudio realizado sobre los dos tipos de salmonetes en un colegio público se decidió llevarlo a la Comisión de Coordinación Pedagógica porque, al parecer, se encuentra una elevada correlación entre el salmonete de roca (Mullus surmuletus) con la calidad a la que aspira la educación pública y entre el salmonete de fango (mullus barbatus) con el paripé de calidad que nos quieren vender en la Comunidad de Madrid. Claro que ya se sabe que hay mentes muy calenturientas, pero… a pesar de la primera apariencia, las diferencias de fondo son enormemente significativas. Desde luego, comparando las dos imágenes la duda ofende: ni que decir tiene la viveza del ojo y lustrosidad del salmonete de roca con la mirada de catarata, el aspecto escuálido y raspa radiactiva del salmonete fangoso con que nos obsequia el Gobierno de la Comunidad de Madrid como regalo institucional.
Y por supuesto, nada que ver con las anchoas del Cantábrico, ahora que Rita Barberá las ha puesto tan de moda. ¡Dónde va a parar!.
Por cierto, se cuenta en los mentideros que Rita Barberá también recibió “regalos sociales” -en forma de bolso de Louis Vuitton- a cargo de la empresa Orange Market, cuyo titular es un tal Alvaro Pérez, apodado “el bigotes”; entendemos que estos bolsos de lujo son muy útiles para guardar las anchoas y comprendemos también que el portador/a del susodicho bolso como regalo social puede ser proclive a arrancarse con la coplilla de “Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita” o incluso con aquella canción de Sergio y Estíbaliz que decía
“Baarberáaas a ser la chica sencilla, que tomó el tren de la viiiida antes de seeer mujeeer; Barberás, bájate en marcha si pueeedes. Y aunque los años no vueeelven, Tú Baaarberás, Baaarberás, Toma tu vida y tu mochiiiila…. (o algo asín).
En la fotito hemos captado la instantánea de la alcaldesa, sobrada de condiciones, en un momento de la interpretación y acompañado a las palmas por un amiguito del alma.
Por lo que se ve, Seguimos erre que erre con el pescado de sangre azul.
3 comentarios:
Sólo puedo decir que me encanta este blog, que siempre comenta la más rabiosa actualidad con un ingenioso e inteligente humor. Parece que está de moda el tema de los pescados: que si las anchoas, que si los salmonetes. Y es que en el verano, ya se sabe, a uno le apetece tomarse las deliciosas frituras de pescado en los chiringuitos playeros. Pero, como siempre, hay que vigilar la caliidad de lo que se come, sobre todo en estos tiempos de corrupción.¡Hay tanto pescado podrido!
Y hablando de cantes.¿Qué me decis de la versión del Himno Nacional que hizo nuestra Esperanzita? ¡Lastima de Risto Mejide y sus comentarios!. Desafío total a las leyes de la armonía, de la afinación, y del buen gusto. Pero ella "¡A mi plin!. Como es la presidenta, todos a aplaudir como borregos.¡ Qué horror!
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