Nuestro Mariano, tan “cabizbundo y meditabajo” en estos últimos tiempos, ahora se ha crecido y le ha aflorado una triunfalista sonrisa por el sobre-sei-miento de la causa contra Camps en la rama valenciana del caso Gürtel. Y con esa satisfacción se ha retirado de vacaciones, anunciando un otoño caliente y evocando el “corralito” al que dice llevarnos Zapatero; ¿no le parece, señor Rajoy, que tal vez dentro del corralito tiene un lugar preferente el gallinero de su propio partido?.
Pretender hacernos creer que cuando los responsables de una trama de corrupción -que ha conseguido sustanciosísimos contratos de la Comunidad Autonómica Valenciana- hacen unos “regalitos sin importancia” a los responsables políticos con la intención inocente y dadivosa de un niño de tres años es como pensar que el Dioni evaporó el dinero del furgón bancario con la intención de donarlo a la madre Teresa de Calcuta. Porque, como decía mi abuela, “el que regala bien vende si el que recibe lo entiende”.
La satisfacción triunfalista del PP debería ser más comedida si tenemos en cuenta que: de los tres magistrados que han dado cerrojazo al caso, uno ha votado en contra; y para otro de los dos que han dictaminado a favor, Camps sigue buscando un concepto más profundo que defina su relación con él, porque el de “amigo íntimo” se queda corto. Por todo ello, unido a las razones expuestas por el juez que consideró indicios suficientes para imputar a Camps and company, es de sentido común que la fiscalía recurra, lo diga o no Fernández de la Vega.
Pretender hacernos creer que cuando los responsables de una trama de corrupción -que ha conseguido sustanciosísimos contratos de la Comunidad Autonómica Valenciana- hacen unos “regalitos sin importancia” a los responsables políticos con la intención inocente y dadivosa de un niño de tres años es como pensar que el Dioni evaporó el dinero del furgón bancario con la intención de donarlo a la madre Teresa de Calcuta. Porque, como decía mi abuela, “el que regala bien vende si el que recibe lo entiende”.
La satisfacción triunfalista del PP debería ser más comedida si tenemos en cuenta que: de los tres magistrados que han dado cerrojazo al caso, uno ha votado en contra; y para otro de los dos que han dictaminado a favor, Camps sigue buscando un concepto más profundo que defina su relación con él, porque el de “amigo íntimo” se queda corto. Por todo ello, unido a las razones expuestas por el juez que consideró indicios suficientes para imputar a Camps and company, es de sentido común que la fiscalía recurra, lo diga o no Fernández de la Vega.
Y, desde luego, no es Francisco Granados, Consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, el más indicado para criticar a la Vicepresidenta del Gobierno ni para dar lecciones de demócrata (tal vez sí de explicaciones sobre espionaje, según dicen compañeros de su partido).
Por otro lado, el caso Gürtel sigue su curso en Madrid y Esperanzita no pierde ripia ni oportunidad para seguir cultivando su imagen como figurín político.
Todavía se me abren las carnes evocando su interpretación del himno nacional en el acto que organizó para homenajear a Contador, flamante vencedor del Tour 2009 (también, digo yo, podía haberse acordado de él cuando el año pasado no le dejaron participar en el Tour 2008; ¿o es que entonces la foto era arriesgada y no vestía lo suficiente?). Pues bien, nuestra Esperanzita, en un alarde de organizada improvisación patriótica se arrancó con una versión lalalá del himno que convierte en agua de borrajas la famoso lalalá de Massiel.
Y es que a Esperanzita Barbie Superstar le gusta más estar en el “candelabro” que a Camps el regalito de cuatro buenos trajes a medida. Y si no hay motivo, se lo inventa, porque lo mismo hace a befas que a nefas; con su virtuosismo camaleónico habitual, no duda en “piropear” al presidente del Gobierno como “sindicalista retrógrado” por no acceder a las “razonables” medidas de pacto social que propone su buen amigo Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la patronal empresarial (recordamos, ese flamante presidente de viajes Marsans, defensor a ultranza de frases épicas como “la mejor empresa pública es la que no existe”). Para activar una dosis de protagonismo después de los repugnantes atentados de la banda, Esperanzita también siembra de nuevo una sospecha ambigua de que se sigue negociando con ETA. Y, cómo no, se hace la fotito con Contador, como excusa para chupar ella el primer plano.
Por eso, para que nadie le haga sombra a esta Barbie Superstar política, mostramos hoy en el blogggssss unas fotos porcelanescas y muñequiles por si su Gabinete de prensa tiene a bien incorporarlas como promoción de imagen.
Mientras tanto, en la Comunidad de Madrid la privatización y desmantelamiento de los Servicios Públicos sigue su curso. Sobre todo en Sanidad y Educación.
Hace unos días hablando con Chelis, que tiene una bonita tienda de ropa en Puentedeume, me comentaba que en Galicia los libros de texto para el próximo curso iban a dejar de ser gratuitos.
Mientras tanto, en la Comunidad de Madrid la privatización y desmantelamiento de los Servicios Públicos sigue su curso. Sobre todo en Sanidad y Educación.
Hace unos días hablando con Chelis, que tiene una bonita tienda de ropa en Puentedeume, me comentaba que en Galicia los libros de texto para el próximo curso iban a dejar de ser gratuitos.
¡Qué poco dura la alegría en la casa del pobre!.
En fin, son las medidas reformistas de la vuelta del PP. Y eso que Feijoo va de moderado…
¡Buen verano para todos/as!.
1 comentario:
Incluso en el verano canicular, que las seseras ablanda, nuestros amigos y amigas del blog siguen en la brecha, comentando con el humor mordaz y certero que les caracteriza, las noticias más candentes del verano. Por mucho que se chuleen del "sobre"- seimiento del caso de Valencia (nótese las comillas en "sobre"), y se rasguen las vestiduras (de marca, of course), como decía aquel refrán "A todo cerdo le llega su San Martín", y también, para ser interculturales, recordemos ese proverbio árabe que dice "Verás pasas el cadaver de tu enemigo por delante de la puerta". A ver si es verdad. Felices vacaciones.
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