Decálogo de principios para la orientación educativa

Como profesionales de la orientación Educativa en la Comunidad de Madrid, subimos hoy al blogsssss un decálogo de principios básicos para una Orientación Educativa entendida como Servicio Público. Lo hacemos con una doble convicción:
Por un lado, seguros de que se trata de un factor fundamental inherente a la mejora de la calidad educativa; por otro lado, con el convencimiento de que en la Comunidad de Madrid las decisiones e intenciones demostradas por la Consejería de Educación están poniendo en serio riesgo el desarrollo de la Orientación educativa a la que todo el alumnado debe tener acceso como un derecho básico y legítimamente reconocido.

El decálogo fue presentado en la última asamblea de profesionales de la orientación el pasado 26 de noviembre. Es cierto que a lo largo del curso pasado la capacidad de convocatoria, de reacción y de movilización de los profesionales de la orientación como colectivo ha disminuido muy significativamente; a ello han contribuido diversos factores y nos gustaría hacer alguna reflexión al respecto.

Hace unos años, en un curso impartido por Fernando Cembranos sobre la mejora de la eficacia como grupo de trabajo, nos comentaba que alguien puede acudir a una reunión para plantear una propuesta que le ha llevado mucho tiempo y esfuerzo prepararla; a la misma reunión acude también un compañero “con lo puesto” y que no ha perdido ni cinco minutos en preparar nada; tras oír la propuesta, y sin aportar ninguna alternativa, comenta: “Pues…yo no estoy de acuerdo” -¿Por qué?- Le pregunta el compañero –“Pues no sé; ….lo siento así”.

Suele ocurrir, nos recordaba Cembranos, que, si no se profundiza, el grupo sitúa con el mismo peso en la balanza las dos intervenciones cuando el esfuerzo y trabajo que hay detrás de cada una de ellas no tiene comparación.
Esto viene a cuento de que, por supuesto, no tienen por qué estar en posesión de la verdad quienes han decidido seguir acudiendo a las convocatorias o participando en la Comisión permanente; y con el máximo respeto para quienes han decidido no acudir, pero, en nuestra opinión, no debemos caer en el error de valorar con el mismo criterio las aportaciones de quienes acreditan detrás un denodado esfuerzo y trabajo para plantearlas al colectivo (aunque estuviesen equivocadas) y aquellas opiniones de quienes no aportan otro esfuerzo añadido que el que otorga la libertad de expresión y la crítica lacerante, resentida, ligera y de verbo fácil sin ofrecer a cambio ninguna idea, propuesta o alternativa de acción.
Criticar es fácil; proponer conlleva esfuerzo y compromiso; y, por supuesto, las dos cosas no pesan lo mismo; es algo así como la diferencia entre leer el libro o que te cuenten la película.

Por eso, desde aquí agradecemos al grupo de trabajo que ha elaborado el decálogo como propuesta para debatirla, mejorarla y difundirla independientemente de cualquier discusión sobre modelos de orientación.
Agradecemos también a quienes siguen trabajando en la comisión permanente y a quienes colaboran y participan en las reuniones. Nuestro agradecimiento se extiende, cómo no, a todos los compañeros/as que, sin participar físicamente, sabemos que están ahí, con espíritu constructivo. Y los agradecimientos valen el doble en tiempos de miserias.
A quienes intentan sembrar cizaña, que se convenzan de que el enemigo no somos nosotros/as. ¡¡¡a otro perro con ese hueso!!!!.
Gracias a todos/as y…adelante comentarios.