viernes, 18 de junio de 2010

EL PARTIDO POPULAR DE LOS TRABAJADORES

Desde luego las medidas para salir de la crisis que ha tomado el Gobierno de Zapatero abundan todas en el mismo sentido: romper la cuerda por el sitio más frágil. De este modo, no todos contribuimos igual a solucionar un descalabro que ocasionó el mundo financiero con sus desmanes y su ansia viva de dinero.

Se baja el sueldo a los empleados públicos. Muchos aplauden con las orejas que por fin se le haya metido mano a estos/as vagos privilegiados; pronto se les han olvidado los comentarios que tantos oportunistas de a pie nos hacían a los funcionarios antes de ayer: “Por lo que tú ganas, yo ni siquiera me levanto de la cama”.

Se nos vende una reforma laboral en la que, ni cogida con pinzas y analizada con lupa gorda, se encuentran dónde está tanta protección y apoyo al trabajador/a. claro que a la patronal todavía le parece poco y señala que hay que ir mucho más allá. Y para aumentar la presión y unificar más su bloque, esta patronal demócrata ha quitado de en medio a Jesús Bárcenas como presidente de la pequeña y mediana empresa y ha puesto en su lugar a Jesús Terciado, un lugarteniente predilecto de Diaz Ferrán, que continúa con su beatus ille particular
¡Pues como sigamos apretando más nuestro cinturón nos vamos a partir en dos, porque tenemos ya menos cintura que las hormigas!.

Aunque, según parece, el tamaño de la cintura tiene relación inversamente proporcional con el tamaño de las tragaderas; porque esto no ha parado: continuará con el aumento de la edad de jubilación, el copago de las medicinas, el aumento de la edad de años cotizados para mermar el derecho y cuantía de las pensiones, etc.etc. Y a esto se le llama modernizar y ayudar a mejorar el estado del bienestar. ¡Que no me ayuden tanto, por Dios!.

Pero lo que ya me quedaba por oír, y reiteradamente, por cierto, es que la Sra De Cospedal en un ejercicio de cinismo depurado, autoerija al PP como el partido que defiende los derechos de los trabajadores/as.
Sin duda las medidas anticrisis de Zapatero han organizado una Zapatiesta en los derechos de los trabajadores.
Pero no debemos olvidarnos de que el PP lleva diciendo que estas mismas medidas había que haberlas tomado mucho antes y que, además, hay que ir mucho más allá y en la misma dirección.
Además, como es bien sabido, este partido, con importantes dirigentes metidos en la trama Gürtel hasta las cejas, ha sido el gran defensor de los derechos y libertades durante la dictadura.
Y por supuesto, los grandes avances en derechos sociales, como todo el mundo sabe, siempre han venido promovidos desde la derecha y el neoliberalismo. El último ejemplo lo tenemos su prodigiosa colaboración en la gestión y aplicación de la ley de dependencia.
Como decía mi abuela, “no hay cosa más extraña (mi abuela decía otra cosa) que un obrero/a de derechas”.
Pero, en fín, tal vez ahora el PP es el partido de los trabajadores y tal vez también descubramos que los peces submarinos hacen la fotosíntesis. ¡Quien sabe!.
A veces resulta difícil ver la piedra en el ojo. Sobre todo cuando la piedra es tan grande que tapa todo el ojo y sirve para despilfarrar, sí, despilfarrar tanto dinero público que desemboca en el bolsillo de unos pocos (siempre los mismos); así ha ocurrido con la primera piedra de la tan cacareada “ciudad de la injusticia” en la comunidad de Madrid.
Subimos hoy al blogsssss una instantánea de la señora De Cospedal y dal y dal el el momento de la autoproclama como defensora de los trabajadores; Nótese cómo, a medida que avanza el anuncio, se le alarga el dedo cual nariz de Pinocho.

Por mucho que esta María Dolores se nos disfrace con el nuevo look pepero que incluye una No palestina, made in Moraleja, cuidadosamente anudada al cuello , ¡no da el pego!.

Buenas noches y buena suerte. Ahí seguimos. Gracias a todos/as.
Y, como dice mi amiga Mª José, “bicos e apertas”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ver a la Cospedal con el pañuelo palestino al cuello, proclamándose defensora de los trabajadores, es demasiado para mi cuerpo. Da más el cante, que el lobo de Caperucita vestido de abuelita.¿Habrá quien se lo crea?. Si se atreve a decir esas cosas, seguro que alguien la creerá. Hablando de creencias, en una conferencia sobre este tema, un cineasta decía que "cuando empezamos a creer, dejamos de pensar". Y lo que menos quieren los que mandan es que pensemos.