miércoles, 28 de abril de 2010

MANZANA POCHA AL ESTILO JOSE-MARI

Se coge una manzana y se le dan unos golpes suaves con los nudillos para llamar al gusanito.
La teoría dice que se distingue muy bien la manzana con habitante, por el famoso agujerito alertador; pero la realidad nos demuestra que es mucho más difícil barruntar la podredumbre porque el gusano se ha acostumbrado a vivir dentro del sistema manzanil con la mayor naturalidad.
Hay quien dice que un modo de saberlo consiste en coger cualquier manzana, al voleo y, sin pensárselo dos veces, se le dan tres vueltas al rabo (de la manzana, lógicamente) con el fin de sorprender al gusano. Concluida la tercera vuelta, paramos en seco. Hay gusanos, que son alérgicos a las vueltas y enseguida se marean; si es así, el gusano no tarda en asomar la cabeza y pedir una biodramina con las gafas por montera; en ese caso, se le da un chicle antimareo y se le pregunta qué quiere ser de mayor; al tratarse de un gusano de poca monta, la “pochez” no tiene apenas transcendencia; simplemente con desechar la parte maleada, el resto sirve perfectamente.
Pero, eso no sucede a menudo; lo más frecuente es que nos topemos con gusanos resabiados, que ya están de vuelta de las vueltas; estos gusanos no son fiables: no asoman el morro si no hay nada que pillar; comen dentro, por el morro, todo lo que pueden y algo más, hasta dejar sólo la piel; cuando salen, lo hacen dando grandes alaridos como “la manzana se rompe” o “está en riesgo la manzana de todos” pero, en cuanto dan la vuelta a la cesta de la fruta, lucen sonrisa profidén.
Son de un comer y un trasiego tan natural y elegante que dejan a la manzana bailando como títere sin cabeza; incluso con buena fachada, pero fofa y vacía en su interior.
Cuando se van, no lo hacen de vacío, sino que llevan buena merienda y, además, dejan larvas en el interior, colocadas en los sitios estratégicos, por si es largo el camino hasta la siguiente manzana.
No son gusanos de paraíso de Adán y Eva, no; son gusanos patriotas, pero de paraísos fiscales.
Como este asunto de los gusanitos da grima con sólo mentarlos, rematamos con una receta breve para las manzanas “reinetas” o “star-king”, apetecibles por aquellas razas gusaniles ansiosas siempre de poder:
  • Se agranda el agujero del gusano aplicándole el artículo 33 de la función pública; se rellena de una crema pastelera ligera con un toque de canela; se hornea a 175 grados durante 10-15 minutos y se adorna con una cama de miel de caña.
Eso sí, poca cantidad, porque la manzana pocha al estilo Jose-Mari se crece mucho con la caña, ¡y no va de coña! ¡siempre metiendo su cuña!, ¡Se sienten coño! que como me rebote sus hago la peineta o llamo a la falange para que os denuncie ante don Luciano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esas manzanas envenenadas con el veneno de la propaganda, harán que Doña Espe saque mayoría absoluta, según las encuestas que hoy podemos ver en el perídico El País. Claro que el principal partido de la oposición en la COmunidad de Madrid no es que sea para tirar cohetes.¿Qué está ocurriendo, para que ni la corrupción, ni la destrucción de los Servicios Públicos, ni el sectarismo, ni la privatización, no hagan ni el más mínimo rasguño a Esperancita?.