jueves, 6 de mayo de 2010

EL PACTO DE ESTADO POR LA EDUCACIÓN

Lo del Pacto de Estado por la Educación, ha sido un nuevo (vamos a ser suaves) “desencuentro” entre Melín y Melambes, Gobierno y Oposición, Oposición y Gobierno.

Me contaba hace unos días un amigo el siguiente relato a medio camino entre chiste, vodevil o cuento:


En la Edad Media, dos órdenes religiosas iniciaron un debate de alto contenido teológico acerca del misterio de la Santísima Trinidad; una de las órdenes envió a Fray Avispado, un aventajado teólogo de rostro enjuto, reputado prestigio y famoso por la profundidad y complejidad de sus reflexiones.

En la otra orden, nadie se atrevía a tener una discusión de tanto nivel con semejante crack mediático; estaban en éstas cuando, ante el asombro de toda la congregación, se ofreció Fray Rebolledo, un fraile con fama de ser bastante garrulo y hablar llano; su aspecto podría pasar perfectamente por hermano gemelo de Sancho Panza.

El día de la discusión, colocados ambos frailes en tarimas enfrentadas ante un tribunal eclesiástico, ofrecían una imagen muy quijotesca.

A Fray Avispado le faltó tiempo para iniciar el debate mirando a su interlocutor con el brazo derecho levantado y el dedo índice enhiesto hacia el techo (semejante al gesto de Aznarín, aunque con otro dedo); Fray Rebolledo, sin demorarse y sin consultar con nadie, levantó de la misma forma y a modo de respuesta, no sólo el índice, sino también el dedo corazón.

Esta rapidez sorprendió a Fray Avispado, que inició una concienzuda consulta entre un montón de pergaminos que tenía desplegados en la tarima; después de una larga espera, miró de nuevo a Fray Rebolledo y levantó tres dedos con gesto de interrogación en su rostro; Fray Rebolledo, sin esconder cierto enojo, levantó de inmediato el brazo con el puño en alto y moviéndolo en círculos.

Ni que decir tiene que, de nuevo Fray Avispado se quedó estupefacto por la agilidad de la contestación; no acertaba a comprender cómo un razonamiento tan profundo podría salir de la mente de un fraile con tanta de fama simpleza mental. Después de un largo tiempo, se acercó al tribunal y le dio la razón a Fray Rebolledo.

De vuelta a sus respectivas congregaciones, cada fraile contó su punto de vista.

Fray Avispado relató cómo él había planteado en un principio la existencia de un solo Dios y que Fray Rebolledo le contestó que había que tener también en cuenta al Hijo; ¿qué pasaba entonces con el Espíritu Santo, como tercera persona? Preguntó Fray Avispado; y fue cuando su interlocutor le convenció con el razonamiento de que las tres personas se unificaban en un solo Dios.

La versión de Fray Rebolledo fue otra muy distinta:
-Fue él quien empezó –dijo-; yo no hice más que responder a sus provocaciones. Primero me amenazó con que me iba a meter un dedo por el trasero; y claro yo me vi obligado a decirle que entonces yo le metería dos.
-No contento con eso –prosiguió Fray Rebolledo-, me dijo que estaba dispuesto a meterme tres dedos por salva sea la parte; y, hombre, hasta ahí podíamos llegar. Ni corto, ni perezoso, le contesté que, llegado el caso, yo le metería el puño entero y con retorcimiento incluido.

Esto viene a cuento de que las versiones sobre la imposibilidad del Pacto de Estado sobre la educación son tan diferentes como en el chiste (o incluso más), según preguntemos a la Sra de Cospedal o al Sr. Gabilondo.

Y esto es así porque comparten el canal (en este caso posiblemente se trate de un canal de desagüe más que de un elemento de la comunicación) pero el código de cada uno es muy diferente.

Siguiendo con los elementos de la comunicación, a alguien le interesa que haya mucho nivel de ruido y que el mensaje llegue muy distorsionado, mezclado y con mucha alarma social; porque cree que cuanto peor, mejor. ¿Quién-quiénes serán?.

Subimos hoy una fotito mostrando una afectividad a prueba de bombas de dos compañeros, ¡qué digo compañeros!, hermanos; ¡qué digo hermanos!, gemelos inseparables con un amor mutuo y unos lazos posiblemente más fuertes e inquebrantables que los del misterio de la santísima trinidad.

En los mentideros corre el rumor de que se oyeron cosas como “miro tus ojitos y veo que eres todo corazón” o “Tito, bribón, suéltame las ternillas, que no respondo de mí”, "estate callado, cariñin", "no, no, si el cayado ya lo tengo en la mano por si se tercia"; mientras, flotaba en el ambiente aquella conocida canción de Salvatore Adamo que decía “tus manos en mi costado….. lalalaralará….” Bueno, o algo parecido ¡qué más da!.

¡Ay Señor, Señor!. ¡que se vayan pronto!.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tambien SOY FUNCIONARIA, trabajo POR TI.

CarlosG dijo...

Yo tambien soy funcionario del PSEC: Personal de Servicios Educativos a la Comunidad

CarlosG dijo...

PSEC tambien conocido como PAS:
Personal de Eadministración y Servicios