sábado, 18 de diciembre de 2010

ESPERANZITA Y LA CIGÜEÑA

Una cigüeña novata
Transportaba en el atije
A una condesa consorte
Liberal, nada barata.

Avanzaba muy despacio
¡tan pesada era la carga!
Deseando descargarla
En la cuna del palacio.

Era tanta su ambición
Y tan fuerte su carácter
Que equivocó a la cigüeña
De fecha y de dirección.

Confesó la condesita
Su condición ultrahumilde,
Que con tantas apreturas
La hacían ser muy pobrecita.

Con tal de volar al revés,
Le dijo que no ganaba
Ni para pagar la luz
De su casa a fin de mes.

Que sus techos eran altos
Y los recibos tan caros,
Que usaba calentadores
¡ay, Jesús qué sobresaltos!.

La cigüeña perdía plumas
Porque el tiempo iba pasando
Y, por más que lo intentaba,
¡que no encontraba la cuna!

Cada vez había más prisa
Porque la niña crecía
Y de tanto refunfuñar
Se avinagraba su risa.

Paseó por muchos lares,
Visitó hasta Ministerios
Y siempre que se posaba
Crecían las calamidades.

La risa devino en rictus
Cada vez más amañado;
Ya envejecida la niña,
La cigüeña sufrió un ictus.

Cayó al suelo la cigüeña
Y esperanzita siguió
Visitando sus altares
Y añadiendo al fuego leña.

Cautiva de su ambición
Por haber tensado el hilo
¡Mi Esperanzita del alma!
No gobernó la nación.

Se amancebó con Gallardón,
Fedeguico fue testigo,
Diez Ferrán lo acreditó
Y Rouco dioles bendición.

MORALEJA:
Nunca llegas a la cita
Si vas con EsperanZita.
Te pasarás un montón
Con esta gente neocón.

Pues eso. Dios los cría y ellos se juntan. ¡ay Señor, Señor!.

FELICES FIESTAS.

1 comentario:

Santiago García dijo...

Mil perdones, la acción organizada por "Docentes por una enseñanza pública de calidad, consistente en la entrega de carbón a los responsables de educación, se va a realizar, finalmente en SOL. Disculpen las molestias