TÚ ME DAS CREMITA, YO TE DOY CREMITA

Ahora que estamos en época estival, y como preámbulo de las vacaciones, ofrecemos a nuestros lectores información sobre la amplia gama de cosmética natural como la vida misma, variada y elegante a la par que sencilla. Todos los productos están elaborados a base de PPino concentrado.
Se trata de una línea fresca, atrevida, incluso osada y FRANCAmente descarada. Aconsejada para mostrar con alevosía en cualquier acto público tanto diurno como nosssturno. Es muy efectiva en las distancias cortas: nada más acercarte al bote, ya te pone (de mala leche, pero te pone). Y del oloroso tufillo ya ni hablamos, porque se te quitan hasta las ganas de tener ganas.
Es muy exitosa en la Comunidad de Madrid al encontrarse en ella uno de los concesionarios oficiales más importantes de la marca así como las/los modelos con más glamour. Merced a su facilidad para hacer amigos, cada vez reciben más “felicitaciones y aplausos” de todos los Servicios Públicos por la extremada sensibilidad y empeño que demuestran en desmantelarlos.
Otra gran característica de esta cosmética profesional es su elevada versatilidad: todo vale para todo; ello es posible gracias a que lo único que varía es la etiqueta, pero el producto es el mismo. De modo que puede servir como gomina o fijador EXTRA-FUERTE, para aliviar un orzuelo o como colutorio (aunque deja mal sabor de boca y se desata una verborrea incoherente y sin sentido).
Este “valepatodo” de uso frecuente se nota con claridad en el día a día porque, si por ejemplo diriges una Pssjería, simplemente con cambiar de producto y usar el de “Aznar-Güemes, melenas vaporosas” ya estás apto y preparado para pasar a dirigir cualquier otra que se tercie. (Vamos que lo mismo vale para un roto que para un descosido; eso sí, se aconseja tener cuidado porque te puedes sorprender dando discursos en inglés sin previo aviso).
Es importante utilizar como fondo de maquillaje la crema básica “ESPE, sonrisa natural” porque si no, lo llevas claro y no tienes nada que hacer.
Pero sin duda el punto fuerte de estos productos ultraliberales es que no están testados; no lo necesitan: son testarudos. Por eso, para determinar la cantidad, es aconsejable probar primero en la pared y esperar, salvo que se tenga la cara más dura que el cemento armado; de no hacerlo así se corre un serio riesgo de alergia. Conozco a alguien a quien sólo el contacto con el equivalente a un grano de arroz de la crema “Dely, fijador persistente” le provocó en el acto un sarpullido que te cagas; incluso con alucinaciones como encontrarse con Fedegguico en el pasillo; afortunadamente desaparecieron los síntomas en cuanto tiró el frasco (no tirarlo al contenedor amarillo ya que sus componentes no son reciclables).
Así es que antes de elegir en esta gama “Busca, compara y seguro que encuentras algo mejor”.