Los ideólogos que se devanan los sesos para dejar su impronta en favor del bien común "ayudando" de forma desinteresada y altruista al buen funcionamiento de los Servicios Públicos, nos han filtrado la esencia misma de su secreto elixir en forma de decálogo; como hay que dosificarlo porque puede producir atraganto, presentamos hoy la primera parte.1.- Privatizar todos los Servicios Públicos.
No hay que dejar títere con cabeza; todos los Servicios Públicos son privatizables y hay que privatizarlos porque así son más competitivos, se elimina el monopolio y ¡claro está! Todo ello redunda en una enorme calidad y en ahorro para el ciudadano, como está claro y demostrado en numerosos casos (y si no ha sido así las causas son por otros motivos coyunturales).
2.- Tiene prioridad la privatización de los Servicios Públicos Básicos
Cuanto más esenciales mejor porque se llega a antes a maltratar las necesidades y derechos indispensables de los ciudadanos. Que se busquen la vida, porque, vamos a ver, tú les das recursos a los pobres y luego van y se lo gastan en cualquier cosa; es mejor dárselo a los más pudientes porque saben mejor en qué invertirlo. Por eso, no hay que tener ningún temor a privatizar Servicios como la Sanidad, la Educación, la Justicia, el suelo y todos los recursos públicos; muy al contrario hay que intentarlo con mayor denuedo.
3.- El mejor Servicio Público es el que no existe.
Acabar con ellos es fundamental y más teniendo en cuenta que todos los empleados públicos son un atajo de vagos y maleantes (¡uy, cómo me sueeenaa!), que no dan ni golpe, dilapidan el erario público y son un nido de inconformistas, que no hacen más que tomar cafés interminables y luego, claro, están siempre nerviosos y de mal humor.
En caso de que surja alguna duda sobre la conveniencia de que sobreviva cualquier Servicio Público, conviene atajarla de raíz; para ello es útil tener como libro de cabecera las declaraciones y discurso toma de posesión de Gerardo Díaz Ferrán como presidente de la CEOE; en dicha fuente pueden consultarse directamente párrafos muy indicados como “Los empresarios lo tenemos muy claro: la mejor forma de solucionar las situaciones complejas es más iniciativa privada y más mercado, menos intervencionismo y más desregulación y, desde luego, una menor presión fiscal” o también: “La mejor empresa pública es la que no existe” o incluso, cómo no, la joya de la corona: “Se tienen que privatizar todas las empresas públicas y la gestión de todos los servicios públicos”.
4.- Cualquier Servicio Público lo puede ofrecer una Empresa Privada mejor y más barato.
Los Servicios Públicos, al utilizar dinero de todos, sabido es que lo malgastan, porque lo que es de todos no es de nadie; Es mucho mejor que lo hagan empresas privadas, que, por definición quiere decir “servir a los demás de forma desinteresada”. Especialmente si hablamos de entidades dadivosas (como bancos o determinadas constructoras o pudientes empresas de servicios, de reconocido prestigio), porque ellas tienen -como factor inherente y consustancial- experiencia acreditada en cualquier sector. Con esta simple fórmula se respetan más los derechos de los trabajadores al tener un contacto más estrecho, directo y de igualdad con el jefe, se concilia mejor la vida familiar y laboral y se mejora la calidad de vida de la sociedad.
5.- Al explicarlo con claridad, la gente lo entiende.
Para ello hay que ser transparente y decir las cosas como son: que aquí no se privatiza nada, que todo es un invento y maledicencia de la oposición o de un puñado de iluminados; que lo público sigue siendo público, aunque tenga gestión privada (estas últimas dos palabras escribirlas con letra muy pequeña y leerlas bajito enmascarándolas con carraspeo); además, ¿a la ciudadanía qué le importa si la gestión es pública o privada?; lo que quiere es que cuando va al Centro de Salud se le atienda bien, con ibuprofeno de 1ª calidad y que su hijo tenga plaza en una “Guardería”. Si no tienen recursos personales suficientes, que se las apañen; los profesionales de la medicina que se van a otros países como Portugal o Inglaterra es porque quieren viajar; y si donde comen tres, comen cuatro, ¿qué problema hay en meter 4 niños más en un aula de 2 años?.
No hay que dejar títere con cabeza; todos los Servicios Públicos son privatizables y hay que privatizarlos porque así son más competitivos, se elimina el monopolio y ¡claro está! Todo ello redunda en una enorme calidad y en ahorro para el ciudadano, como está claro y demostrado en numerosos casos (y si no ha sido así las causas son por otros motivos coyunturales).
2.- Tiene prioridad la privatización de los Servicios Públicos Básicos
Cuanto más esenciales mejor porque se llega a antes a maltratar las necesidades y derechos indispensables de los ciudadanos. Que se busquen la vida, porque, vamos a ver, tú les das recursos a los pobres y luego van y se lo gastan en cualquier cosa; es mejor dárselo a los más pudientes porque saben mejor en qué invertirlo. Por eso, no hay que tener ningún temor a privatizar Servicios como la Sanidad, la Educación, la Justicia, el suelo y todos los recursos públicos; muy al contrario hay que intentarlo con mayor denuedo.
3.- El mejor Servicio Público es el que no existe.
Acabar con ellos es fundamental y más teniendo en cuenta que todos los empleados públicos son un atajo de vagos y maleantes (¡uy, cómo me sueeenaa!), que no dan ni golpe, dilapidan el erario público y son un nido de inconformistas, que no hacen más que tomar cafés interminables y luego, claro, están siempre nerviosos y de mal humor.
En caso de que surja alguna duda sobre la conveniencia de que sobreviva cualquier Servicio Público, conviene atajarla de raíz; para ello es útil tener como libro de cabecera las declaraciones y discurso toma de posesión de Gerardo Díaz Ferrán como presidente de la CEOE; en dicha fuente pueden consultarse directamente párrafos muy indicados como “Los empresarios lo tenemos muy claro: la mejor forma de solucionar las situaciones complejas es más iniciativa privada y más mercado, menos intervencionismo y más desregulación y, desde luego, una menor presión fiscal” o también: “La mejor empresa pública es la que no existe” o incluso, cómo no, la joya de la corona: “Se tienen que privatizar todas las empresas públicas y la gestión de todos los servicios públicos”.
4.- Cualquier Servicio Público lo puede ofrecer una Empresa Privada mejor y más barato.
Los Servicios Públicos, al utilizar dinero de todos, sabido es que lo malgastan, porque lo que es de todos no es de nadie; Es mucho mejor que lo hagan empresas privadas, que, por definición quiere decir “servir a los demás de forma desinteresada”. Especialmente si hablamos de entidades dadivosas (como bancos o determinadas constructoras o pudientes empresas de servicios, de reconocido prestigio), porque ellas tienen -como factor inherente y consustancial- experiencia acreditada en cualquier sector. Con esta simple fórmula se respetan más los derechos de los trabajadores al tener un contacto más estrecho, directo y de igualdad con el jefe, se concilia mejor la vida familiar y laboral y se mejora la calidad de vida de la sociedad.
5.- Al explicarlo con claridad, la gente lo entiende.
Para ello hay que ser transparente y decir las cosas como son: que aquí no se privatiza nada, que todo es un invento y maledicencia de la oposición o de un puñado de iluminados; que lo público sigue siendo público, aunque tenga gestión privada (estas últimas dos palabras escribirlas con letra muy pequeña y leerlas bajito enmascarándolas con carraspeo); además, ¿a la ciudadanía qué le importa si la gestión es pública o privada?; lo que quiere es que cuando va al Centro de Salud se le atienda bien, con ibuprofeno de 1ª calidad y que su hijo tenga plaza en una “Guardería”. Si no tienen recursos personales suficientes, que se las apañen; los profesionales de la medicina que se van a otros países como Portugal o Inglaterra es porque quieren viajar; y si donde comen tres, comen cuatro, ¿qué problema hay en meter 4 niños más en un aula de 2 años?.
Continuará. Buenas noches y buena suerte.
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