El “espacio” de los profesionales de la orientación en los centros.

Al parecer, un sentimiento que embarga las neuronas de los dirigentes de la Psssejería de Educación para llevarse por delante a la red de orientación es que al pertenecer a un CEIP concreto dependiendo del director “estamos más cerca de los niños”.

Es como si a un tenista profesional le decimos que cogiendo la raqueta por el principio del mango es más efectivo porque así la mano está más cerca de la pelota.

Como también parece que los profesionales de la orientación pueden trabajar en cualquier lugar y con no importa qué medios, nos hemos animado a colgar esta foto que refleja una realidad y trasfondo muy habitual; mucho más de lo que parece.

Si no, ¿quién no ha tenido que, en mitad de una entrevista familiar, coger todos los bártulos y largarse a otro sitio porque se necesita para otra cosa en ese momento?, ¿No es cierto que, en muchos centros, cuando coinciden más de un profesional, uno de ellos tiene que irse al sitio más insospechado? ¿Quién no ha valorado a un alumno/a en un pasillo, en la conserjería, en un almacén, en un trastero...? ¿Cómo se respeta la confidencialidad de una llamada telefónica con el conserje haciendo fotocopias a 20 cm. de distancia, otras familias gestionando tareas administrativas, un alumno que pide un paquete de tizas...todos en el despacho de dirección?.
Y eso en el mejor de los casos, porque, en un colegio concertado de Móstoles, situado en los bajos de un edificio, sin patio, con un montón de columnas a modo de laberinto, en un alarde de proyecto arquitectónico, dividieron un cuarto de baño en dos cabinas con un pequeño detalle: en una de ellas quedó una taza de wc y en la otra sólo un bidé. Eso sí, ambas con papel higiénico.
Posiblemente, al conceder el “concierto” a este centro quien lo hizo estaba pensando en celebrar uno multitudinario de rock-duro escatológico en uno de los dos servicios mencionados.
No sé cómo se apañaría esa cabeza pensante en la cabina del bidé si le entra una premura (léase apretón veraniego) por una ingesta desmesurada de cerezas.
Seguramente todos estos problemas ya desaparecen al estar definitivamente “en los centros más cerca de los niños”, como dice CarmenZita. O tal vez con la confianza que nos ofrecen los estatutos del Consejo de Directores de colegios públicos de educación infantil, primaria y especial de la comunidad de Madrid aprobados en la I Asamblea General el 16 de marzo de 2006, cuyo Art. 2.4 dice: “Promover una adecuada asignación de recursos a la enseñanza pública y canalizar las propuestas comunes, relativas a la financiación y equipamiento de los Centros, de acuerdo con los medios existentes y en el marco de la legislación aplicable”.

A menudo los medios técnicos son de última generación, por eso hay que cogerlos a hurtadillas.

Así que todos tranquilos.

Por cierto, que el tal Consejo de Directores, se creó, al amparo de la disposición adicional decimosexta de la LOCE (¿de forma apresurada promovida por la Comunidad de Madrid antes de que se publicara la LOE el 4-5-06?).

¿A que ahora no parece tan desubicada la foto de la entrevista que presentamos en este artículo?

Esta es la Consejería que abanderando el cartel de “modernización” arrasa con la red de orientación educativa porque la considera como un “reducto peligroso de la LOGSE”, pero que quiere cultivar a la vez su pequeño nidito de acólitos ofreciéndoles el chocolate del loro.